Cuando instalamos una estufa en casa, no se mantiene sola; debemos limpiarla periódicamente para mantenerla en las mejores condiciones.
Limpieza Regular de la Estufa
El mantenimiento regular de la estufa y las salidas de humo garantiza una buena combustión y una visión clara del fuego.
Es importante retirar las cenizas de la base de la estufa para asegurar una buena entrada de aire. Si no se retiran, pueden impedir una adecuada ventilación en las siguientes encendidas, dificultando el encendido de nuevo.
La leña quemada produce ceniza y genera hollín, que ensucia el vidrio y la salida de humo. Utilizamos un producto específico para limpiar el vidrio llamado “Glaskamin”.
¿Cuál es la forma correcta de limpiar el vidrio?
- Humedece el vidrio con el líquido y rápidamente coloca un papel de cocina sobre el vidrio para evitar que se seque.
Es importante que el líquido no toque el cordón que rodea el vidrio de la puerta, ya que podría dañarlo. - Frota el vidrio con el papel hasta eliminar todo el hollín.
- Pasa un papel limpio para retirar los restos.
Limpiezas Anuales de la Estufa
Un mantenimiento adecuado de la salida de humo es esencial para garantizar el buen funcionamiento y la seguridad de la chimenea. Por ello, la limpieza es imprescindible.
Una de las principales causas del mal funcionamiento de las chimeneas es la suciedad acumulada en los conductos de salida de humo, lo que puede causar olores desagradables, mala combustión, pérdida de potencia calorífica e incluso incendios.
Para asegurar un buen funcionamiento de nuestras instalaciones y una larga durabilidad de los equipos, recomendamos limpiar la chimenea una vez al año.
¿Cuál es la leña más adecuada?
Toda la leña es biomasa, pero no toda es útil para un funcionamiento correcto en las chimeneas o estufas.
La mejor leña para quemar es la que se ha almacenado durante dos inviernos, con una humedad inferior al 20%. Gracias a su baja humedad, la leña se enciende rápidamente, produce menos hollín y mejora la calidad de las llamas.
Otros Consejos a Tener en Cuenta:
La humedad es un factor muy importante tanto al usar la leña como al comprarla. Cuanta más humedad tenga la leña, más peso compras. Es decir, si compras 2000 kg de leña con un 40% o 20% de humedad, estás comprando 800 kg o 400 kg de agua.
Estos 400 kg (400 litros) afectan directamente a la combustión, la contaminación y, sobre todo, a la tirada del fuego.
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